"NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA"

Documental: "No hay mal que por bien no venga" - 1999 - 24 minutos

Director: Félix de la Nuez.


Sinopsis:
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"La vida es muy linda, más linda aún cuando, en lugar de observarla, se es actor en ella." Éste es el caso de Héctor Gallo Portieles, a quien el destino, la casualidad y las circunstancias le han llevado a recorrer a lo largo de los años por situaciones y oficios que van de la cumbre al abismo.

De procedencia humilde, de oficio barbero y militancia comunista, se ve convertido de la noche a la mañana en diplomático, cargo que le sorprende pero no le amilana para asumir esa responsabilidad. Treinta largos años en esas funciones le llevarán a madurar y a crearse una filosofía que ha podido desarrollar a partir de su jubilación, tras la cual se convierte en un "artista popular espontáneo".

En su casa y su jardín de afectos en Alamar, tildado de loco por unos y de persona con poderes sobrenaturales por otros, vive, crea y sueña este hombre singular.
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Anecdotario:

El azar sin lugar a dudas juega un papel muy importante para los realizadores del audiovisual y en más de una ocasión muchos de los temas de nuestras obras llegan de manera totalmente casual. De esta forma llegó a mí uno de los personajes más carismáticos y extrovertidos del reparto de Alamar y más específicamente de la zona Micro 10.

Llegué a su casa por primera vez hace ya 13 años con una amiga madrileña con la intención de acompañarla a llevar una carta a un señor llamado Héctor Gallo Portieles.

Vista general del Jardín de afectos de Gallo

Llegamos como a las 10 de la mañana de un domingo de febrero y lo primero que me impresionó fue un gran patio o solar que había delante de un edificio donde, a primera vista, parecía que lo habían seleccionado para lanzar allí todos los tarecos y trastos inservibles del edificio, nos acercamos antes de averiguar por la dirección del señor en cuestión y ya más cerca aquellas piezas, aparentemente chatarras, iban cogiendo una forma artística con unos espacios y unos volúmenes que denotaba que detrás estaba la mano de algún artista pop o de algún loco caribeño del siglo XXI.

Dos aspectos del jardín de Gallo en Alamar

Después de leer algunos de los carteles que estaban en la cerca, hechos con pedazos de lata y pintados con tinta roja con la caligrafía de un niño, hubo uno que nos hizo mucha gracia pues de él salía ese humor tan cubano y casi siempre crítico que decía ... " el vino que más alegra... vino la luz " ... en clara alusión a los grandes apagones a que estaba sometido el país hacía ya muchos meses, eran los años del mal conocido como "periodo especial".

Entramos por una pequeña acera y tocamos la puerta que tenía el número 1 en donde aparecía otra figura que dejaba fuera de dudas que allí vivía el padre de la criatura de las "obras" que acabamos de dejar detrás.

Tocamos el timbre y nos salió un señor alto, de unos 70 años aproximadamente, con un overol azul de tirantes, una gran barba blanca y un cabello de igual color bastante largo, sin lugar a dudas estábamos delante del Santa Claus cubano más auténtico de los últimos 50 años.

El director con Gallo en el interior de su casa en Alamar (Cuba)

Gallo, además de ser un anfitrión sin mesuras, era un conversador olímpico, con un refranero muy popular y particular. Allí, in situ, en una mañana conocí parte de su vida y su obra resultando ser una persona con un historial poco convencional, había sido barbero, diplomático y ahora artista y en cada una de estas fases la improvisación había sido la tónica común a la que siempre se tuvo que enfrentar.

Gallo y su esposa Emilia en su casa

Había conocido el éxito profesional, pero la felicidad la había encontrado en la madurez como artista, quizás porque esa faceta le había dado la libertad de expresarse sin trabas ni tabúes como él mismo reconoce, aunque muchas personas ahora lo tildan de loco, cosa de la que él se siente muy realizado, ya que, como él expresa... "vivir cuerdo en un mundo loco debe ser la peor de las torturas".

El director con Gallo y Manuel en el campo de Chipiona

El director con Gallo en Chipiona y Sanlúcar durante la visita de éste a España en 2005.
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Actualización (29/05/2015):
Puedes ver el documental "No hay mal que por bien no venga" en mi canal de Youtube: